Resumen:
En el ámbito educativo, existe preocupación por alcanzar los objetivos curriculares. Dentro de las metas sociales que legitiman éticamente la profesión docente, están escritas misiones que se deben cumplir y que para la vida de cada persona, serán los pilares del conocimiento. Como profesionista, el Licenciado en Educación para la Salud al desarrollar sus actividades utiliza y expone su ética, y al interactuar con los grupos, tiene que considerar sus aspectos morales. En este doble desafío debe poner especial cuidado en su interacción con las poblaciones más vulnerables y en situaciones concretas deben crearse juicios morales positivos, ejerciendo los principios bioéticos de beneficencia, no maleficencia, la autonomía y justicia, para lo cual requiere tener una consistente formación en Bioética.