Resumen:
A lo largo de nuestra historia, la música ha gozado de una infinidad de consideraciones. Ha sido apreciada como manifestación de afecto a una divinidad, como elemento imprescindible en las manifestaciones de la vida cotidiana, como muestra valorada de un mayor nivel cultural, e incluso como una forma de entretenimiento. Pero indudablemente y como se puede ver a lo largo del presente trabajo, la música también cuenta con otra gran cantidad de cualidades trascendentales que favorecen e incluso generan un complejo proceso de comunicación por medio del cual se posibilita la transmisión de mensajes que normalmente no se transmiten en los medios tradicionales de comunicación.
De manera errónea, a esta expresión, suele definírsele sencillamente como aquel arte que surge de la combinación de los diferentes sonidos para entretener o expresar únicamente nuestros sentimientos y emociones. Pero en realidad, el concepto de música se extiende mucho más allá de todas estas definiciones, en gran medida, porque a partir de ella se puede facilitar la transmisión de otro tipo de mensajes que inevitablemente generan una alternativa para entender de mejor manera el contexto bajo el cual nos desarrollamos.
Como consecuencia de lo anterior, el objetivo principal de ésta investigación radica en demostrar que la música además de ser vista y analizada como un medio alternativo de comunicación también actúa como un complejo proceso comunicativo por medio del cual puede ser posible la transmisión de otro tipo de mensajes en busca de la reconfiguración social de cualquier sociedad.
Como punto clave de esto, es importante resaltar que la “arternatividad” de este medio radicará principalmente en el contenido de sus letras (mensaje), es decir, por medio de ellas el emisor –cualquiera que sea– expresará, comunicará y transmitirá a una infinidad de receptores información o mensajes que difícilmente tendrían cabida o serían poco reproducidos en algún otro medio tradicional de comunicación.