Para los jesuitas del siglo XVI y XVII, su casa y trabajo en Pátzcuaro tuvieron una importancia excepcional. Sólo así se explica el hecho que una de las cuatro
copias del ícono de la Virgen con el Niño de la iglesia de Santa Maria Maggiore,
la imagen más milagrosa de Roma, las cuales había mandado hacer Francisco de
Borja para la Nueva España, haya sido destinada a ese lugar. También estaba el
hecho de que el obispo Vasco de Quiroga había querido y apoyado la llegada y
presencia de la Compañía de Jesús en Pátzcuaro, dándoles donde establecerse.
Por lo tanto, es sorprendente que hasta ahora no haya habido un estudio que examine en conjunto la historia de la construcción de esta fundación, de sus inicios, alteraciones y cambios en el tiempo.
Con este texto, Carlos Ledesma llena este hueco historiográfico. No fue una tarea fácil, dadas las alteraciones ocasionadas por el tiempo y, más que nada, por la historia compleja de la Compañía de Jesús en México, y en Pátzcuaro en particular. Sin embargo, el autor ha hecho un trabajo acucioso en el sitio, en acervos documentales y en la bibliografía, ha ordenado lo que ha aprendido y descubierto
en varias etapas, desde la primera construcción de don Vasco hasta las
alteraciones recientes. Quedan incógnitas, por supuesto, pero tenemos en este libro la evidencia de cómo la historia de la arquitectura revela la importancia de la relación inicial entre el obispo fundador y los jesuitas, y la voluntad de los padres de la Compañía de insertarse en el tejido urbano y social de la antigua capital del obispado de Michoacán, con atención a características locales. Se trata, en muchos aspectos, de un trabajo pionero que pone bases sólidas para seguir
profundizando en la historia no sólo de Pátzcuaro, pero de todo el proyecto español en el pasado de México.