Resumen:
El objetivo principal del trabajo es conocer y analizar la perspectiva que el profesor puede tener acerca de la Educación para la Paz y de cómo concibe la importancia de los valores ante sus alumnos; así de como el actuar del profesor se manifiesta ante las diversas acciones que están ausentes de paz y valores. De la misma manera, realizar una valoración con respecto a los resultados obtenidos del levantamiento de información en campo y con ello generar algunas propuestas apoyadas en la Educación para la Paz, contribuyendo al reforzamiento de los valores de los alumnos y abatiendo los diferentes niveles de violencia y conflictos que se hacen presentes en el aula.La justificación del trabajo, está sustentada desde tres enfoques: las cuales son de carácter personal, social y académica. Personalmente se considera firmemente que los valores pueden cambiar a un individuo, ayudando a convivir de manera armónica y a generar un diálogo la cual es una prioridad social para lograr generar una verdadera Educación y Cultura de Paz, en cuanto a lo social es prudente tener una práctica educativa, sensata, que analiza las preferencias valorativas; en este caso los perfiles de los docentes, y académicamente brinda la oportunidad de que los problemas que rodean la relación entre el trinomio: valor - educación – paz, para que ya no sea un debate sino un complemento de la Educación para la Paz. Retomando una selección de autores que han trabajado la Educación para la Paz, aportando así, distintas visiones y modelos, que ayudan a la construcción de esta nueva educación y lograr generar una Cultura de Paz. Como pilares y fundadores de los estudios para la paz y conflictos sociales se trabaja a Galtung y Lederach quienes estarán inminentemente guiando parte de la teoría del presente trabajo. De igual manera los trabajos que se han realizado por parte de los Organismos Internacionales (la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura entre otros) que se han dedicado en los últimos años a estudiar las reformas educativas y a analizar el papel del docente; son parámetros que demuestran la importancia de la educación, la paz y los valores como tema de reflexión. También, se considera la reforma educativa la cual ha implicado que los mismos docentes reestructuren su manera de trabajar desde un aspecto individual y colectivo, demandando nuevas estrategias para generar un impacto en la formación de los valores del alumno. Cabe señalar que de acuerdo a las Naciones Unidas (1998, Resolución A/52/13), la Cultura de Paz, consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones. La Educación para la Paz, nace como legado del movimiento de la Escuela Nueva a principios del siglo XX. Después de la Primera Guerra Mundial, educadores como María Montessori (1870-1952) y Jean Piaget (1896-1980) comenzaron a preguntarse acerca de la posibilidad de que la educación contribuyera a la promoción de la paz. En 1948, se fundó la UNESCO, haciendo posible el desarrollo de iniciativas, con su conocido lema: “así como las guerras nacen de las mentes humanas, es en ellas que se deben erguir las defensas de la paz”. En los años 60´s, comenzaron los trabajos en América Latina con Paulo Freire con su teoría de la educación liberadora y para los 80´s, comenzó la expansión y la consolidación de la Educación para la Paz. La Educación para la Paz, sin embargo, es una disciplina muy innovadora ya que hasta comienzos del siglo XX, concretamente, tras el desastre de la Primera Guerra Mundial se suman esfuerzos por fundamentar la Educación para la Paz desde un punto de vista pedagógico (Jares, 1999). De acuerdo a los indicadores de la Organización para el Desarrollo Económico, una educación de calidad, es fundamental para dotar a las personas de las aptitudes necesarias para competir globalmente, elevar la productividad y mejorar su nivel de vida. Para el caso de México, el informe de la OCDE indica que el gasto por estudiante permanece por debajo del promedio y que no basta con aumentar la inversión, sino que es indispensable elevar la eficiencia. Por lo que elementos como: la desigualdad social y la pobreza guían parte de la calidad de educación en México y aún más aterrizándolo en Estado de México que para 1970 el 8% de los estudiantes de primaria de todo el país residían en algún municipio de la entidad. Paralelamente, a nivel nacional se gestaba un reacomodo en la sociedad y las instituciones mexicanas, producto de la catarsis social de la década anterior. (Tinoco, 2012) Por el crecimiento poblacional que se dio de manera irregular en los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec la falta de servicios básicos como agua, luz y educación fueron carentes durante varios años por lo que el Gobierno tomó medidas para atacar esta parte de la falta educativa con la formación veloz de docentes estableciendo 28 escuelas normales entre 1973 y 1976 llegando a ser la entidad con mayor capacidad para la formación docente. (Guadarrama, 1999). De acuerdo a Gloria Guadarrama (1999), fue hasta la década de los ochenta cuando se comenzó una política estratégica para el desarrollo del sistema educativo local, a partir de la creación de instituciones, dependencias y plazas enfocadas a darle orientación a los proyectos planteados para resolver eficazmente la demanda educativa. Además, en estos años, la reducción en la tasa de crecimiento poblacional dio tiempo al gobierno para diseñar una estrategia frente a los conflictos crecientes que la transformación demográfica de las décadas precedentes había ocasionado. Así, el gobernador Alfredo del Mazo González, calificaba a la educación como “la palanca esencial para el desarrollo”, por lo que su gobierno se propuso que la educación básica se rigiera como motor de desarrollo de las capacidades de los individuos para la producción de bienes y servicios. La confusión proviene porque se asimila violencia a conflicto; cuando la violencia no es más que uno de los medios para resolver el conflicto, destruyendo a la violencia. La violencia tiende a suprimir el conflicto apuntando a la eliminación del adversario, la violencia es un medio, el conflicto un estado de hecho. (Sèmelin, 1983:44). Según De Filippis, violencia remite al uso de la fuerza física o psicológica en contra de un semejante para herir, abusar, humillar, dañar, dominar, perjudicar. La violencia es un intento de doblegar al otro, contra su voluntad, mediante la fuerza y el poder. (De Filippis, 2004). La violencia tiene diferentes connotaciones, es poco perceptible, es silenciosa y cuando se lleva a la práctica suele ser casi siempre de manera masiva.
Muñoz y Jiménez sustentan que “La violencia es la ruptura de un orden establecido, de una armonía preexistente de unas condiciones de vida en las que se realizan las expectativas de existencia de la especie humana” (Muñoz y Jiménez, en López, 2004:.159). En los aspectos metodológicos, es importante resaltar que la investigación es de carácter cualitativo, ya que en el tema de educación se debe identificar las cuestiones realmente significativas, que sean capaces de mejorar, dicho de otra manera, la investigación en educación pretende conocer y estudiar la realidad para mejorarla y/o transformarla de acuerdo a la visión del docente. Es importante señalar que este trabajo está constituido por tres fases: primero es a través de un trabajo exploratorio, segundo un mapeo sobre el perfil valorativo y tercero el trabajo de campo. Se utilizó el método analítico, descriptivo y comparativo y técnicas como la observación no participante, fragmentos de historias de vida, emplear estrategias como la empatía y realizar el análisis cultural (contexto del docente), de igual manera recurrir a la entrevista y al cuestionario para que de acuerdo a los resultados poder tomar decisiones futuras en qué áreas, se puede trabajar más los valores desde la lógica del docente. Se eligieron una serie de variables para el estudio, que van desde los aspectos administrativos, su perfil valorativo, el contexto y su historia personal, con el fin de determinar las características técnicas de fiabilidad y validez de la investigación, se usó la escala de Likert en un análisis estadístico tanto de tipo descriptivo como multivariable, realizado en el programa SPSS. Como toda investigación, nos encontramos con sus ventajas y desventajas, las cuales determinan el valor y el beneficio que se logra con dicho trabajo, en este caso, la aportación que se hace es relevante, ya que en el país y aún más concreto en el Estado de México, no se ha trabajado la perspectiva del docente como una herramienta de inclusión y práctica de los valores puesto que la sociedad moderna está inminentemente carente de estos, así como la propia violencia que se refleja en el papel del alumno y el individualismo que cada vez es más común entre los actores sociales; si bien es cierto la ventaja de este trabajo radica en conocer y analizar la perspectiva desde la lógica del docente, lo cuál puede ser un parteaguas para hacer un trabajo encaminado a una Educación para la Paz, o bien una Educación en Valores que justifiquen el trabajo de una verdadera Cultura de Paz; por otro lado, enfrentado la desventaja ante la cuestión administrativa, el tiempo, la experiencia y el contexto, que a final de cuentas es un factor determinante para llevar a la práctica los valores individuales y colectivos.