Resumen:
Corría el año de 1994, cuando me desempeñaba como Secretario del H.
Ayuntamiento de Jocotitlán, México, un día del mes de septiembre antes de salir de
mi domicilio recibí una llamada de mi amigo Jesús Arciniega López, quien me dijo
que en su terreno ubicado en la carretera a Los Reyes, antes de llegar al Barrio del
Progreso algo había pasado, pero que iría solo si lo acompañaba ya que yo era la
autoridad.