Resumen:
"Al explorar a contracorriente el instinto materno, la autora encuentra las palabras precisas para comunicar el “odio que engorda” entre madres e hijos. Para este tratamiento infrecuente propone un ritmo pendular: oscila entre poemas puestos en voz de filicidas famosas y mujeres abortistas, por un lado y, por el otro, versos nacidos de una voz poética espinada, que en su narrativa hurga en la pus. En todos los casos lleva el escalofrío al extremo a partir de imágenes sencillas pero pasmosas, en un trabajo poético que dice el dolor sin tregua. En este imaginario brutal poblado por tarántulas destaca un notable cuidado de la imagen, así como un manejo acabado de la tensión entre sonido y sentido. El libro es, realmente, de una factura impecable" (Julia Santibáñez).