Resumen:
En este texto se oponen dos tipos de organizaciones políticas (y sociales), independientemente de que gobiernen o sean opositoras: las democráticas o tolerantes y las autoritarias o maniqueas. El término tolerancia alude a la que considero que es la actitud democrática más importante, pues sin ella no existe la posibilidad de que organizaciones políticas (y sociales) dispares puedan convivir sin violencia. El concepto maniqueísmo se refiere a una forma de ver el escenario político y social, dividido en buenos (los que piensan o, todavía mejor visto por el maniqueo, actúan como él mismo) y malos (los que no piensan como el maniqueo o, lo que todavía es más intolerable para éste, se atreven a manifestarlo), a la que considero el elemento más determinante en cualquier tipo de autoritarismo. Esta percepción dualista lleva consigo la intolerancia ante (y la satanización de) lo distinto y justifica el deseo de establecer un régimen político sin disidencia y, por tanto, dictatorial.