Resumen:
A lo largo de la historia el gusto por las flores ha formado parte importante de la cultura mexicana tanto en el ámbito religioso como afectivo (Sánchez y Pacheco, 2009), en este contexto se ha desarrollado la actividad florícola que consiste en el cultivo industrializado de plantas ornamentales con fines decorativos (SAGARPA, 2008); sin embargo derivado de las pérdidas económicas que generaban las plagas a los cultivos, se introdujeron los plaguicidas para aumentar la cantidad y calidad de producción (Restrepo, 1992), tan solo en México se producen anualmente 65, 000 toneladas anuales de plaguicidas (UNDP, 2016), pero el manejo de estos ha provocado efectos negativos al ambiente y salud humana, por lo que se considera como una de las diez sustancias químicas que constituyen una preocupación para la salud mundial por sus efectos tóxicos (OMS, 2016); según la EPA agudos o crónicos (Roberts & Routts, 2013), los más afectados la población ocupacionalmente expuesta y sus familias, incluyendo mujeres embarazadas y niños (FAO, 2004). A nivel nacional el cultivo de ornamentales registra un 70% de producción en la zona centro del país, donde el Estado de México ocupa el primer lugar. A nivel estatal, la zona del Corredor Florícola del Estado de México (CFEM), se ubica al sur del Estado y está formada por ocho municipios que son Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Malinalco, Tenancingo de Degollado, Tonatico, Villa Guerrero y Zumpahuacán; de estos Villa Guerrero es el de mayor producción florícola, incluso a nivel nacional (Oliva, Rodríguez y Silva, 2005; FND, 2014), lo anterior sugiere que el CFEM también demanda grandes cantidades de plaguicidas para los cultivos. El objetivo general que dirigió esta investigación fue el determinar los efectos en la salud atribuibles al uso de plaguicidas por actividad florícola en ocho municipios del Estado de México, para comprobar la relación causa – efecto entre exposición directa o indirecta al uso y manejo de plaguicidas y los impactos en la salud humana. Dicho objetivo se siguió tomando como base un marco teórico que incluye como modelos de investigación, teorías y métodos epidemiológicos y etnográficos. En términos metodológicos la investigación consistió en seis fases, la primera referente a la caracterización del CFEM, trabajo de campo, identificación de las posibles causas de iv enfermedad relacionadas a los plaguicidas, el cálculo de indicadores de frecuencia y asociación, además del análisis de los resultados totales de la investigación, con lo que se generaron las primeras tres fases de una propuesta de Planeación Estratégica Participativa.