Resumen:
La educación superior en México muestra una baja eficiencia terminal,
consecuencia de la deserción, reprobación y baja titulación: en promedio de 100
alumnos que ingresan a la licenciatura, entre 50 y 60 concluyen sus estudios y sólo
20 adquieren su título en los dos siguientes años al egreso. Esta problemática se
origina por la baja calidad de los servicios educativos, de deficientes condiciones de
gestión y personales desfavorables de los estudiantes, por lo que la tutoría
académica simboliza una alternativa, al facilitar la adaptación del estudiante al
ambiente escolar. Por lo tanto, se han propuesto programas institucionales de
tutoría académica en las instituciones de educación superior, encaminados a
combatir la reprobación y rezago escolar, disminuir la tasa de deserción y mejorar
la eficiencia terminal (ANUIES, 2001).
En los espacios académicos universitarios, se ha escuchado con relativa frecuencia
por parte de los tutores, que los alumnos no asisten a las sesiones de tutoría
académica y que muestran poco interés por ello. Por otro lado, los alumnos
expresan que su percepción acerca de las acciones de la tutoría, no representan un
factor que influya en su aprovechamiento académico, de tal forma que si se analiza
el concepto de satisfacción