Resumen:
La violencia y el conflicto son situaciones que aquejan a toda la humanidad. Los conflictos se han visto como una condición negativa y desfavorable para las personas y para el entorno. Sin embargo, los conflictos vistos desde la investigación para la paz son positivos. Lo importante es visualizar que los conflictos se pueden resolver de manera violenta o pacífica.
La Cultura de Paz se fomenta a través de diversos ámbitos, instrumentos y proyectos, siendo la educación una de las opciones más viables para la transformación. Es importante recordar que las escuelas no son los únicos espacios educativos, sino que existen otros escenarios de formación como las Casas de Cultura. Para fines de este trabajo, es importante analizar cómo la Cultura de Paz puede difundirse a partir de la educación que se da en los talleres de las Casas de Cultura; bajo el entendido de que la educación artística y cultural puede convertirse en una educación para la paz.
Fomentar la Cultura de Paz es una tarea sustancial para hacer frente a los conflictos y a la violencia de manera pacífica. Si bien es cierto que las Casas de Cultura son lugares para el crecimiento individual y colectivo es necesario comprender que se requiere de trabajo cooperativo y de transversalidad para dotar a los alumnos de conocimientos, herramientas y elementos para la paz. El presente trabajo tiene como objetivo analizar los talleres culturales que se imparten en el Centro Regional de Cultura de Ocoyoacac (CRCO) para saber si fomentan o no una Cultura de Paz en los niños que asisten a estos.