Resumen:
Los musgos han demostrado ser muy útiles como bioindicadores de la contaminación del aire. El presente trabajo representa una alternativa a los tipos de monitoreo tradicionales (pasivo y activo), ya que propone evitar la extracción del musgo nativo de los sitios de monitoreo; en su lugar plantea el cultivo in vitro del musgo y su posterior exposición en los sitios de monitoreo. El protocolo incluye la identificación de la especie, obtención del esporofito con la cápsula cerrada, la esterilización de la cápsula de esporas con una solución de NaClO. Posteriormente la cápsula se rompe y se liberan las esporas en agua estéril, para ser dispersadas en medio BCD para su cultivo. La incubación de las esporas ocurre a temperatura e intensidad de luz controlada, condiciones que se mantienen constantes hasta que la planta produce gametofitos. Por este método se asegura la obtención de musgo no contaminado para su posterior exposición a la contaminación atmosférica. El biomonitoreo resulta ser un método relativamente económico y fácil de implementar, por lo que es una alternativa viable para ser desarrollada en lugares en donde no se cuente con la infraestructura para monitorear la calidad del aire.
Descripción:
La contaminación atmosférica se ha asociado a diversas enfermedades respiratorias y cardiovasculares (Pan et al., 2015; Yang et al., 2015; Zhang et al., 2015). Es por ello que hoy en día la calidad del aire es un tema de gran interés, tanto en el aspecto ambiental como de salud (Zarazúa et al., 2013). Sin embargo, el monitoreo convencional de los contaminantes atmosféricos no siempre es posible debido a los costos generados por la adquisición y mantenimiento de los equipos tecnológicos necesarios (Ares et al., 2012; Barandovski et al.,2015). Para contrarrestar esta situación, se tiene como alternativa el uso de organismo biológicos como biomonitores de los contaminantes (Malizia et al., 2012; Salo, 2014;Stankovic et al., 2014).