Resumen:
El aprendizaje de comportamiento prosocial en edades tempranas, permite disminuir el comportamiento agresivo al brindar alternativas que implique la emisión de conductas socialmente adecuadas, las que también permiten que los niños obtengan beneficios por lo que son funcionalmente equivalentes. El Análisis Conductual Aplicado, ha demostrado su efectividad en el tratamiento de conductas socialmente relevantes como el comportamiento agresivo, basándose en el entrenamiento a padres y profesores como agentes de cambio. Se ha identificado que la inconsistencia en prácticas de crianza y deficiencia en habilidades para el control de la conducta infantil son una vía hacia el desarrollo, mantenimiento y escalamiento del comportamiento agresivo. Sin embargo, es escaso el trabajo de investigación que implique la descripción del efecto aditivo del tratamiento simultáneo (padres y profesorado) y que enfatice el incremento de conductas positivas.
El presente trabajo, tuvo por objetivo conocer la efectividad de un programa de entrenamiento a padres y a profesores en tres condiciones experimentales, para incrementar comportamiento prosocial y disminuir el agresivo en alumnado de Educación Básica. En este estudio, participaron tres profesores y su alumnado (94 alumnos), de los cuales se identificaron a 23 por presentar comportamiento agresivo, también participaron 14 padres y sus hijos. Los datos conductuales se obtuvieron a través de la metodología observacional y análisis funcional (triple contingencia, ACC). Los resultados permiten identificar que el tratamiento aplicado a un sólo agente o padre o profesor, incrementa el aprendizaje de comportamiento prosocial y reduce el comportamiento agresivo en el alumnado, sin embargo, la condición que incluye ambos es el tratamiento más potente para el desarrollo de estas conductas.