Resumen:
A diferencia de los principios marxistas de la Escuela de Frankfurt, Baudrillard trasciende la idea de la posición dialéctica que supone el ejercicio de la crítica para elaborar un planteamiento de segundo orden en el que la misma crítica se convierte en objeto de revisión. Este hecho condujo a una posición más bien fatalista o —en el mejor de los casos— nihilista que proporciona una visión del sujeto como un ente inefablemente encadenado a sus propios esquemas de producción de sentido o certeza.