Resumen:
Una opción para biorremediar ambientes salinos contaminados con compuestos orgánicos hidrofóbicos, es el uso de microorganismos haloalcalófilos o haloalcalotolerantes capaces de producir biosurfactantes estables y consumir al compuesto hidrófobo. El biosurfactante solubiliza al contaminante haciéndolo biodisponible para el microrganismo. De estudios previos se conocía la capacidad de siete actinobacterias haloalcalotolerantes para transformar el antraceno. En este trabajo, a estas siete más 11 más aisladas de ambientes salinos, se les determinó la capacidad para producir biosurfactantes con propiedades emulsificantes. A las que la mostraron, fueron seleccionadas para saber si utilizaban al antraceno como única fuente de carbono y energía. La capacidad para producir biosurfactante fue determinada por los métodos de actividad hemolítica, gota colapsada y difusión del diámetro de la gota. La propiedad emulsificante y la estabilidad de la emulsión se caracterizaron con el índice de emulsificación y el índice de emulsificación relativo, respectivamente. De 18 actinobacterias evaluadas, cinco cepas mostraron capacidad para producir biosurfactantes con propiedades emulsificantes, alta estabilidad en la emulsión y utilización de antraceno como única fuente de carbono y energía. De estas cinco, dos son haloalcalófilas pertenecientes a la especie Nocardiopsis salina y tres son haloalcalotolerantes pertenecientes a las especies: Kocuria palustris, Microbacterium testaceum y Kocuria rosea. En un estudio previo se determinó la capacidad transformadora de antraceno en las tres cepas haloalcalotolerantes, por lo tanto los resultados de este estudio sugieren proponerlas como candidatas para procesos de biorremediación de ambientes salinos contaminados con compuestos hidrófobos. Asimismo se sugiere determinar la misma capacidad para las dos cepas haloalcalófilas.