Resumen:
Ignacio Ellacuría Beascoechea, intelectual, filósofo y teólogo; mediador y negociador en el proceso político salvadoreño; su muy amplio proyecto intelectual abarcó temas de la filosofía, la teología, la sociología y la ética política. Uno de los rasgos más característicos de su personalidad intelectual lo constituye el hecho de haber realizado una seria labor especulativa de largo aliento, -como filósofo, cientista social y teólogo- profundamente enraizada en la realidad salvadoreña, centroamericana y latinoamericana. Su reflexión posee un punto nodal: la idea de la liberación, particularmente la praxis de liberación que su «realidad histórica» exigía. Su muerte, dejó inacabado un desarrollo intelectual riguroso y de largo alcance; inclusive su obra más destacada Filosofía de la Realidad Histórica, es editada y publicada posteriormente a su muerte trágica a partir de sus cuadernos de clase. La profundidad y riqueza de su reflexión, particularmente filosófica, ha dado pauta a un debate intelectual amplio, profundo y rico que convoca al análisis de temas particulares. Para el pensador vasco el objetivo de una filosofía latinoamericana no debe radicar tanto en la búsqueda de una estricta originalidad mediante la vuelta a valores culturales latinoamericanos, sino en la búsqueda de una cabal eficacia respecto de la situación del pueblo latinoamericano. Lo que debe buscarse no es primariamente originalidad teórica, sino eficacia histórica; lo que es posible sólo entendiendo la filosofía como «praxis de liberación».
La profundidad de su pensamiento y la condición que enfrenta en Centroamérica en los años setentas y ochentas, establecen las bases para su contribución a la filosofía de la liberación. En sus primeras publicaciones, deja ver una fuerte influencia del pensamiento zubiriano. Su obra Filosofía de la Realidad Histórica, es una reelaboración del pensamiento de su maestro Xavier Zubiri desde una perspectiva centroamericana, muestra de originalidad, profundidad y rigurosidad de su propuesta. Partir de la realidad, actualizada en la inteligencia como estructuralmente dinámica y compleja, y volver a la realidad para transformarla históricamente es el sentido primordial de la función liberadora de la filosofía de Ellacuría. Por eso, precisamente, praxis no se contrapone a teoría, pues la praxis comprende dos momentos del actuar humano: el acto intelectivo, el pensamiento; y la acción transformadora, ética, política y práctica. La importancia de la Filosofía de la Realidad Histórica no se entiende sin las implicaciones entre filosofía y política, universidad y política. Con relación al concepto de «realidad histórica», existe el consenso que para Ellacuría la realidad no es ni estática ni acrítica; que el ser no está instalado en una realidad sin mayor capacidad de actuación, sino que está dinámicamente en ella y que, en ese dinamismo histórico tiene una posibilidad de acción, entendida como la manera de incidir en la historia. Además, esta praxis histórica, al estar instalada en la realidad forma parte de esta y por lo tanto es objeto de la filosofía. De hecho, la realidad histórica es, según se concluye del estado de la cuestión, una actividad histórica; y ésta actualiza la realidad. Entendiendo por actualización la realización real de aquellas posibilidades o potencialidades que el ser humano tiene para optar y así intervenir en la naturaleza y en la historia. Ahora bien, el proceso de actualización de la realidad se hace en diferentes niveles, hay actividades que no actualizan de la misma manera; para él la praxis que más y mejor actualiza la realidad histórica es la de liberación. Además, la realidad histórica es no solamente lo que ha sido y está siendo, sino también aquello que puede ser, como posibilidades que tiene el ser humano para optar, lo que aparece como proyecto “esperanza”. A este poder ser, a estas opciones de lo que puede ser, de aquello en lo que puede devenir la actualidad, se le identifica con lo trascendente. Y en la realidad histórica el ser humano está abierto a lo trascendente, porque tiene la capacidad de optar y no solamente de reaccionar ante un estímulo de la naturaleza. Más aún, este trascendente es parte constitutiva de la realidad histórica. El hombre está así frente a lo trascendente desde la
realidad y no en lo trascendente. Lo que en esta investigación se propone desarrollar, es la
idea ellacuriana de que el hombre está instalado en la realidad, y desde esta realidad está
frente a lo trascendente y que, al optar, tenderá a que este trascendente se desarrolle por medio
de la acción de liberación. La praxis de liberación es un puente entre la actualidad y lo
trascendente, de la realidad histórica. El ser humano realiza actividades transformadoras de
la realidad, es actuante en su realidad frente a lo trascendente, y la praxis de liberación como
actuar transformador que genera un “dar más de sí” de la realidad histórica es la praxis
histórica que más y mejor realidad genera, y en este sentido el ser humano es actuante y
responsable de este proceso de transformación frente a las posibilidades de lo trascendente.
La discusión de la centralidad de la esta praxis de liberación entendida como el vínculo más
eficiente entre la realidad y lo trascendente, y como objeto de la filosofía, representa un tema
en la agenda filosófica relativa a la propuesta en comento.
La presente investigación toma como punto de partida los siguientes supuestos: i) En la
propuesta filosófica del jesuita, la realidad histórica no está únicamente constituida por lo
que está siendo, sino que también forma parte esencial de la misma lo que ha sido y, más
aún, lo que puede ser como posibilidades que tiene el ser humano para optar; a esto en lo que
puede devenir la actualidad se le identifica con lo trascendente. ii) La filosofía de la realidad
histórica tiene un componente social y, por tanto, representa una reflexión intelectual de
profundos contenidos éticos y políticos. El objetivo general que nos hemos propuesto
alcanzar con la presente investigación es el siguiente: «Analizar la idea de la liberación y la
praxis de la liberación, desde la perspectiva política y social, en las reflexiones filosóficas,
teológicas y sociológicas de Ignacio Ellacuría Beascoechea, dentro del contexto de la
formulación de su pensamiento y su obra de filosofía de la realidad histórica». Y como
objetivos particulares proponemos los siguientes: i) Investigar y reflexionar sobre el papel
que la praxis de liberación realiza al vincular lo trascendente con lo real, en el contexto de la
realidad histórica, y en tal sentido es justamente esta actividad la que expande mayormente
las posibilidades de devenir del ser humano. ii) Analizar el desarrollo de la idea de liberación
en la filosofía de la realidad histórica, su contenido social y político; así como su relación
con lo social de la propuesta marxista. iii) Evaluar los contenidos y alcances éticos y políticos
de la filosofía de la realidad histórica. iv) Mostrar el sentido actual de la praxis de liberación
y la vigencia de la propuesta ellacuriana frente a las evidentes limitaciones del capitalismo y
del neoliberalismo, impuestos por el orden de la globalización.