Resumen:
El activista no-violento conocido como Mahatma Gandhi
ha privilegiado su propuesta desde la perspectiva
del servicio y de la justicia solidaria, no únicamente hacia los humanos, trasciende el enfoque antropocéntrico
hacia uno biocéntrico, donde los animales y las
plantas también requieren ser incluídos, y por lo tanto,
el consumo frugal es defendido en aras de disminuir
la violencia con la naturaleza. Se busca a través de la
filosofía de la no-violencia, la conciencia tanto de los
impactos de las propias acciones, como de las necesidades
de la comunidad. Esa labor de concienciación
puede impactar en cambios en el comportamiento de
la población para la práctica de un consumo más consciente
y solidario, se defiende la idea de que ello es posible
si se logran conjuntar esfuerzos para su enseñanza
dentro de las universidades, por lo que el propósito
de este capítulo va enfocado a mostrar cómo la ética
no-violenta puede ser entrenada y cómo ésta se vincula
con la pedagogía de la solidaridad y del servicio,
así como con la ecopedagogía. Se muestran algunos
ejemplos prácticos dentro de diversas universidades
así como desde la misma UAEMéx.