Resumen:
La formación del jurista en México ha sido tradicionalmente realizada con base en estándares preponderantemente iuspositivistas que hacen de la formación del jurista un profesional del Derecho con determinadas características que frecuentemente discrepan con algunos de los principios o axiomas de la forma de gobierno, específicamente, con la democracia. Port ello, es necesario realizar una revisión acerca de la posibilidad metodológica democrática que complementaría a la referida formación.