Resumen:
El trabajo de investigación se circunscribe en su mayor parte al segundo cuarto del siglo XIX, temporalidad en la que imperaron ciertas realidades históricas y geográficas que incidieron en la representación del territorio estatal. El valor de la obra de del Moral radica en que fue un esfuerzo sin precedente en la historia de la cartografía mexicana, por tratarse de un trabajo de grandes proporciones y por lo mismo sujeto a una serie de dificultades de todo tipo, en donde sobresale el desconocimiento de las características concretas del espacio a estudiar, pues era la primera experiencia estatal una vez consumada la Independencia mexicana y de haberse establecido el sistema político federal. El paradigma del mapa oficial del Estado de México y los de sus jurisdicciones distritales es el Estado-visión del territorio: una entidad nueva al que le urgía conocer y reconocer lo que entrañaba su espacio político, desde la definición de su forma y extensión hasta sus características internas, así como las correspondientes a cada una de sus demarcaciones.