Resumen:
Desde que inició el modelo de liberación comercial el ingreso per cápita ha registrado una tendencia ascendente, este proceso ha hecho ricos a unos pocos (los que han incrementado su participación en el ingreso). El resto de la población, una mayoría creciente, han reducido su participación en el ingreso. El resultado ha sido mayor pobreza, concentración del ingreso y desigualdad.
La desigualdad también se puede medir a través de los niveles educativos. La población sin escolaridad prácticamente ha desaparecido en los últimos años. En los niveles educativos que van de primaria hasta posgrado se observa las siguientes tendencias.
De primaria hasta el nivel educativo de secundaria se observa un crecimiento modesto en relación al contemplado en preparatoria, universidad y posgrado. Es muy notorio un rápido crecimiento en los últimos niveles. De acuerdo a la opinión de la Organización para la Cooperación y el Comercio (OCDE) México ha mejorado el ingreso a la educación en todos los niveles del sistema educativo. Los recursos que ha venido dedicando, a través del gasto público, canalizado a la educación pública han mejorado de manera importantes. También ha reestructurado las políticas educativas y las formas de gestión con el afán de incidir en los resultados de calidad. El grado promedio de escolaridad en México se ubica en 8.6. (OCDE, 2015)
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de 2013 (ENOE, 2013) la composición de los trabajadores de acuerdo a no calificados y calificados se observa que en el primer segmento (Sin escolaridad y hasta 12 años de educación) representa el 83 por ciento. En 1991 el porcentaje fue de 90.2 por ciento. Es evidente que ha ocurrido un avance en los niveles de calificación de la población trabajadora, sin embargo también es notoria la elevada población que su nivel educativo no le permite hacer un trabajo calificado.