Resumen:
Estudiar el chisme como una práctica comunicacional, nos permite entender el
poder que tienen las palabras dentro de una comunidad, en este caso universitaria,
en la que lo que se dice y cómo se dice influye en la percepción que las personas
tienen unas sobre otras, el trato que mantienen entre ellos/as y la disposición a la
convivencia según el estatus social que se tenga dentro de esta comunidad
estudiantil.
Ser hombre o mujer dentro de una comunidad escolar determina el comportamiento
esperado por ellos y ellas, inclusive tratándose de una sociedad universitaria en
donde se supone que las personas cuentan con mayor libertad para expresarse y
ser quienes son sin ninguna limitación.