Resumen:
Al paso del tiempo, las sociedades humanas han mantenido una estrecha interacción con los recursos naturales que los rodean, en especial con su flora, y particularmente con las angiospermas. Esta apropiación de la naturaleza se ha modificado tanto en el tiempo como en el espacio, resultando en un proceso coevolutivo entre el ser humano y su ambiente, del cual la sociedad a través de su conocimiento tradicional se apropia, circula, transforma y consume los bienes provenientes del medio que le rodea. Estas interacciones sociedad-ambiente constituyen el área de estudio de la etnobotánica, disciplina que desde finales del siglo XX ha aportado datos referentes a la importancia que las plantas tienen en la subsistencia de la sociedad, y en particular para los grupos indígenas o campesinos, quienes mantienen todavía una apropiación importante de conocimientos empíricos sobre el uso de la flora de su entorno.