Resumen:
La radiación holocraneal (RH) o radiación a cerebro completo es una de las principales opciones empleadas para el tratamiento terapéutico de metástasis y linfoma no-Hodgkin, también se emplea como tratamiento profiláctico de la Leucemia linfoblástica aguda (LLA) (Menshref, 2013; Rades, 2008). El uso de radiación ionizante ha sido ampliamente evaluada en estructuras cerebrales como el hipocampo en estudios de neurogénesis (Monje, 2003) y el hipotálamo en estudios de síndrome de somnolencia post irradiación (Ballesteros, 2014), sin embargo, la corteza visual es una estructura que ha sido pobremente evaluada. El uso de RH como tratamiento profiláctico en niños con LLA a distintas dosis de radiación holocraneal (12, 18 Gy y 24 Gy) demostró que la vía visual se ve afectada tras el tratamiento de irradiación. Los procesos por los cuales ocurre el dañó son desconocido, sin embargo, se consideran dos hipótesis; la presencia de lesiones axonales o desmielinización y la neuroinflamación. La integridad de la vía visual puede ser evaluada mediante la técnica neurofisiológica de Potenciales Evocados Visuales (PEV) (Menshref, 2013; Russo, 1987). Los PEV son generados a nivel de corteza visual por la actividad combinada de potenciales post-sinápticos tras una emisión de estímulos luminosos (You, 2011; Charng, 2013; Yan, 1995) y sus componentes PEV están clasificadas en tempranas (P1-N1) y tardías (P2 en delante) las cuales reflejan la integridad del nervio óptico y al procesamiento por los centros corticales (Charng, 2013; Holder, 2004; Aminoff, 1994; Tobimatsu, 2006). Los parámetros característicos a evaluar son la amplitud medida en microvolts y la latencia medida en milisegundos. El uso de PEV se ha empleado en investigaciones para estudios farmacológicos y en la evaluación de efectos neuroprotectores, ya que proporcionan un medio para monitorear la actividad neural y el procesamiento sensorial in vivo (de Vries, 1996). En pacientes tratados con radioterapia holocraneal es difícil discriminar si los efectos observados en los PEV y en las bandas de frecuencia resultado de registros EEG (electroencefalográficos) puedan deberse a la enfermedad misma del paciente, a la localización del tumor, a los medicamentos adyuvantes o a la radioterapia en sí. Por lo tanto, en esta investigación se optó por realizar estudios en tejido sano, para ello se empleó un modelo murino (ratas) el cual fue irradiado de forma holocraneal a 20 Gy y se adquirieron registros de PEV y EEG tanto en grupos control y grupos con irradiación holocraneal. Antes de la adquisición de PEV se estandarizó la técnica con el uso del marco de estereotáxia y se eligieron los parámetros claves para garantizar la reproducibilidad de los datos obtenidos.
Descripción:
En esta investigación se optó por realizar estudios en tejido sano, para ello se empleó un modelo murino (ratas) el cual fue irradiado de forma holocraneal a 20 Gy y se adquirieron registros de PEV y EEG tanto en grupos control y grupos con irradiación holocraneal. Antes de la adquisición de PEV se estandarizó la técnica con el uso del marco de estereotáxia y se eligieron los parámetros claves para garantizar la reproducibilidad de los datos obtenidos.