Resumen:
Este trabajo presenta una propuesta que permite distinguir dos tipos de evaluaciones de los actores electorales mexicanos respecto a otros actores electorales y a los procesos electorales de México. Las evaluaciones del primer tipo se basan en argumentos veraces y racionales, por lo que contribuyen a expandir las percepciones justificadas de la ciudadanía, a mejorar la calidad de las elecciones (y de la democracia en general) y a construir ciudadanía. Por el contrario, las evaluaciones del segundo tipo distorsionan la realidad, por lo que contribuyen a expandir las percepciones injustificadas de la ciudadanía, a deteriorar la calidad de las elecciones (y de la democracia en general) y la formación de ciudadanía.