Resumen:
El presente libro plantea una pregunta que, a pesar de formularse con regularidad, sigue sin ser respondida totalmente. Ante el cuestionamiento de si la archivística es una ciencia o una técnica, se ha desplegado una generosa gama de posibilidades que no solo se centra en elegir la primera o la segunda como opciones definitivas, sino que de ellas se han derivado otras propuestas. El argumento principal de este documento es asegurar la cientificidad de esta disciplina al comprobar la existencia de un objeto de estudio, un método y un fin, lo que permite delimitar su campo de estudio al establecer que es el documento de archivo –y no otro– el activo principal con el que trabaja la archivística; que el método a seguir para comprobar qué es y qué no es un documento de archivo es el de gestión documental; y, finalmente, que el hecho de saber qué es un documento de archivo servirá para entender su razón de ser, que no es otra que el garantizar el acceso a la información.