Resumen:
Las adaptaciones que el ser humano hace de su hábitat están íntimamente relacionadas con sus experiencias, tanto del transcurrir del tiempo en su propio entorno como de experiencias en otros lugares; hacer más habitable ese entorno ha sido una constante en el tiempo. La movilidad humana nos remite a lo que Mandoki (2006) describe como intercambio estético; son los procesos de sustitución o conversión, equivalencia y continuidad en las relaciones que el sujeto establece consigo mismo, con los otros y con su entorno, esto a través de manifestaciones que ponen en juego identidades individuales y grupales en términos de su valorización, ya que los objetos estéticos son sensibles