Resumen:
La resiliencia es un tema investigación que en la actualidad ha aumentado el abordaje desde el ámbito biológico, debido a la búsqueda de mecanismos de adaptación al entorno por parte de las personas. Está relacionada con la confianza, el optimismo ante la adversidad, ya que permite reconocer las posibilidades, confiar en la ayuda de los demás y el manejo de las circunstancias ante las cuales debe saber resistir para preservar la calidad de vida (Arias, 2005; Bravo, 2013; Ortunio y Guevara, 2016). Es por ello que la adaptación positiva incluye el contexto sociocultural de la comunidad. En este sentido es una recuperación después de eventos adversos, que haga posible vivir, reproducirse y adaptarse al ambiente (Ospina, 2007; Losada y Latour, 2012). Otro punto de vista sobre la resiliencia se entiende como la capacidad de un objeto o sistema biológico de resistir un impacto y permanecer en estado de equilibrio dinámico. De esta definición, se propone que una población de individuos es regulada por un sistema en que la base energética, alimentaria, las limitaciones del espacio y refugios, está condicionados a este. En esta línea de investigación, los agroecosistemas con huertos familiares (AEHF) se consideran el mecanismo que permite a las familias de bajos recursos sobreponerse a épocas de escaso trabajo, debido a que la familia recurre al autoconsumo de productos alimenticios que obtienen de este sistema. Mientras que en lo ambiental, estos agroecosistemas fungen como reservorio de diversidad biológica, ya que conservan especies que están en peligro. De esta manera se explica el aporte positivo que generan los huertos familiares a la resiliencia socioambiental. La resiliencia se entiende como la capacidad de un objeto o sistema biológico de resistir un impacto y permanecer en estado de equilibrio dinámico. De esta definición, se propone que una población de individuos es regulada por un sistema en que la base energética, alimentaria, las limitaciones del espacio y refugios, está condicionados a este. Por ello, esta investigación considera que los huertos familiares son el mecanismo que permite a las familias de bajos recursos sobreponerse a épocas de escaso trabajo, debido a que la familia recurre al autoconsumo de productos alimenticios que obtienen de este sistema. Mientras que en lo ambiental, este agroecosistema provee servicios ecosistémicos, funge como reservorio de diversidad biológica, ya que conservan especies que están en peligro. Se indagará por medio de un cuestionario el aporte positivo que los huertos familiares propician a la resiliencia socioambiental del territorio. Los servicios ecosistémicos que se están analizando acerca de los huertos familiares, y que asociaremos con la resiliencia socioambiental que proveen estos agroecosistemas son: servicios de soporte, de provisión, de regulación y culturales. Los servicios de soporte son aquellos que mantienen los procesos de los ecosistemas, y permiten la provisión del resto de los servicios. Estos pueden o no tener implicaciones directas sobre el bienestar humano. Entre ellos se encuentra el mantenimiento de la biodiversidad, el ciclo hidrológico, el ciclo de nutrientes, y la producción primaria. Los servicios de provisión son recursos tangibles y finitos, que se contabilizan y consumen. Además, pueden ser o no renovables. Entre ellos se encuentra la provisión de agua para consumo humano, la provisión de productos como la madera y la producción de comida. Los servicios de regulación son lo que mantienen los procesos y funciones naturales de los ecosistemas, a través de las cuales se regulan las condiciones del ambiente humano. Entre ellos encontramos la regulación del clima y gases como los de efecto invernadero, el control de la erosión o de las inundaciones. También la protección contra el impacto de los huracanes es un servicio de regulación. Los servicios culturales pueden ser tangibles e intangibles, son producto de percepciones individuales o colectivas; son dependientes del contexto sociocultural. Intervienen en la forma en que interactuamos con nuestro entorno y con las demás personas. Entre ellos se encuentra la belleza escénica de los ecosistemas como fuente de inspiración y la capacidad recreativa que ofrece el entorno natural a las personas. Los servicios para calidad de vida y sustentabilidad son aquellos que contribuyen sustancialmente a elevar la calidad de vida de las familias y de las comunidades, por lo que aunados a los otros servicios ecosistémicos, aumentan los niveles de sustentabilidad de las localidades y regiones.