Resumen:
El cambio político democrático abre la posibilidad de que el adormecimiento de la sociedad se transforme en un despertar que es una auténtica toma de conciencia, para evitar que el ejercicio vertical del poder no sea más un principio inmutable. La reacción colectiva ante el estatismo que inmoviliza demuestra que la base de los regímenes políticos no reside únicamente en la cúpula de las dirigencias, sino que también son importantes los movimientos que se organizan de manera horizontal, hasta conformar formas de reacción que se traducen en tipos de resistencia que no tienen como destino final el derrumbamiento de sangre o la represión en serie.