Resumen:
La violencia en el hogar ha experimentado un desarrollo espectacular en las dos últimas décadas. Se trata de un fenómeno que al hilo de la mayor competitividad de la sociedad actual, del nuevo rol de la mujer y de la desaparición de los factores inhibitorios para la conducta violenta, el religioso y moral, ha crecido a un ritmo más rápido incluso que los accidentes de tránsito, las agresiones sexuales y los robos. En realidad la familia es el foco de violencia más destacado de nuestra sociedad.
Se ha producido un hecho de sensibilización social frente a esta realidad que ha supuesto una mayor difusión del problema por parte de los medios de comunicación, una toma de conciencia por parte de las autoridades, una alerta de la opinión pública y una actitud de rechazo por el conjunto de la sociedad. La violencia domestica, no es precisamente un mal de nuestro tiempo, pero ahora más que nunca la sociedad tiene conciencia de que existe y de que no debe ocultarse por una mal entendida razón de familia.