Resumen:
Todo sistema de responsabilidad y consecuencias que se instrumenta en el ordenamiento jurídico de un Estado descansa, o debe descansar, en la idea firme de la garantía que esto representa para los gobernados. En efecto, cuando el ciudadano tiene la posibilidad de acceder a mecanismos de reparación e indemnización contra el error judicial, se siente más confiado, más respetado en su dignidad, pero sobre todo, siente el clima de garantía ciudadana y respeto por los derechos fundamentales que debe primar en todo sistema democrático de derecho.
Para el ciudadano común, que en general poco saben de la cosa juzgada, el principio de soberanía y esas cosas que para nosotros los abogados son tan normales, una afirmación como la anterior, tomada de una sentencia del Estado, resulta francamente increíble; muchas veces se preguntan por qué se le concede al Juez una prerrogativa que ningún ser humano tiene: la imposibilidad de errar en su trabajo.