Resumen:
En los países europeos entre ellos los de mayor jerarquía económica, educativa y política afrontan problemáticas sociales puntuales como la violencia de género y el número de muertes que han aumentado en los países nórdicos, tema el cual es parte Finlandia. De manera que, la hipótesis de que los niveles de violencia se presentan en mayor medida en poblaciones con bajo nivel educativo pierde fuerza. Para los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Latinoamérica la violencia es un acto territorial enmarcado por tomas de control y poder de la tierra, lugar donde se afrontan elites apoyadas a veces por los militares o gobiernos centralistas o autoritarios contra sectores vulnerables como los campesinos de zonas rurales. Para la Organización de Estados Americanos (OEA), la violencia está relacionada con un escenario de crisis entre sistemas políticos, por ello los acuerdos y negociaciones de “paz” son la antesala a puertas que conducen a diversos escenarios de respuestas. A estos principios elementales del marco de la violencia surgen intelectuales como Fazio quien explica para el caso mexicano como “La violencia criminal es consustancial al sistema capitalista. Es una guerra de acumulación capitalista por despojo”. En esta guera evidentemente que se pone en riesgo la salud (mental y física) de la población otro tema inherente a estos actos. La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. De ella se ramifica en tres tipos de violencias: la violencia autoinfligida (comportamiento suicida y autolesiones), – la violencia interpersonal (violencia familiar , que incluye menores, pareja y ancianos ; así como violencia entre personas sin parentesco), – la violencia colectiva (social, política y económica).