Resumen:
La Nueva Gerencia Pública (NGP) tiene elementos relevantes que le permiten tener un lugar muy especial en la Administración Pública como modelo y estructura organizacional del Estado actual. México es un país que ya está haciendo uso de la modernidad administrativa implantando modelos y herramientas gerenciales en el área gubernamental. A pesar de que el carácter centralizado, jerárquico y enfocado no ha sido abatido del todo, no puede negarse que la administración pública mexicana ha tenido cambios notables en términos de su tamaño, la composición de sus funcionarios, las actividades económicas en las que interviene, los instrumentos de política privilegiados y los mecanismos de supervisión a los que se encuentra sujeto (Castelazo, 2008).
El proceso de federalización que actualmente se desarrolla en el país, a través de la transferencia de recursos y funciones de los gobiernos federales y estatales hacia los municipios, ha tenido como propósito fortalecer su autonomía financiera y fiscal. Se propone aumentar su capacidad de respuesta a las necesidades de desarrollo que demanda su población, lo cual, por otra parte, plantea a los gobiernos municipales el reto impostergable de modernizar y hacer más eficiente su estructura administrativa y sus procesos de planeación, programación, presupuestación y evaluación, principios que llevan impresos la presencia de la NGP.