Resumen:
En el siglo XVIII surgieron los pactos fundamentales, instaurados en las
nociones filosóficas del derecho natural y del contrato social, que sentaron
los principios de organización de la sociedad política y del Estado: la igualdad
de los individuos, la primacía de la ley y la soberanía democrática. Con ello
surgieron los Estados liberales, para los cuales, la igualdad frente a la ley y la
igualdad de derechos son los principios fundamentales, inscritos en la norma
constitucional.
En pleno siglo XXI, tales principios no han trascendido uniformemente
entre la sociedad. Algunos derechos aún no se garantizan para todos los
individuos, como los derechos políticos, los cuales están vinculados a la
formación del Estado democrático – representativo. Los derechos políticos se
definen como el conjunto de condiciones que posibilitan al ciudadano
participar en la vida política, y representan los instrumentos que posee para
participar, configurar y decidir en la vida política del Estado (Bolilla III, 2009).