Resumen:
La región de Texcoco es reconocida principalmente por uno de los habitantes más importantes de la época prehispánica: Nezahualcóyotl; gran poeta, gobernador y arquitecto. Dentro de su legado encontramos construcciones como el Tetzcotzinco y Ahuehuetitlán. Éste último mejor conocido como “Cerrito de los Melones” es importante porque ahí se tomaban las decisiones para gobernar al antiguo Texcoco. Además de esta estructura existen un conjunto de palacios y templos que conformaron el territorio de lo que fue el primer Texcoco: el Templo dedicado al Dios Tloque Nahuaque (Calle Allende y Aldama), basamento piramidal dedicado al dios Ehécatl (Arteaga y Juárez), Zillan (Panteón Sila, primer metrópoli de Texcoco), Templo en el territorio de Huiznahuac (parque de la Tercera Edad), las Trincheras, Palacio de Nezahualcóyotl (Los melones) y Palacio de Nezahualpilli (hoy catedral).