Resumen:
La rendición de cuentas tiene como propósito posibilitar mejores condiciones de transparencia, generar confianza entre gobernantes y ciudadanía así como facilitar el control ciudadano. La rendición de cuentas, más que un ejercicio de información de lo realizado en la gestión pública, debe entenderse como un momento de retroalimentación entre los gobernantes y la ciudadanía. No trata de un informe que la ciudadanía recibe pasivamente, es un instrumento para dar seguimiento y evaluación a la administración pública. Es la posibilidad de evaluar, de dar explicaciones, de justificar determinadas acciones.
Rendir cuentas es dar explicaciones, justificar, someter al escrutinio público, al examen, a la revisión de la ciudadanía, las decisiones y las actuaciones de los servidores públicos en desarrollo de la gestión de lo público. Si no existen estos elementos, la ciudadanía tiene la posibilidad de exigir un cambio en la administración a las autoridades municipales correspondientes por la falta de ésta actividad. La rendición de cuentas fortalece el sentido de lo público. Es una oportunidad para que la ciudadanía conozca y se apropie de los asuntos públicos, asimismo, fortalece la gobernabilidad y posibilita la generación de confianza entre gobernante y ciudadanía (Antero Ramirez, 2011).