Resumen:
Uno de los aspectos más recurrentes que atraviesa todo cuerpo social es la ética: por la sola condición humana-cultural estamos ya, desde el inicio de nuestra vida, involucrados con las valoraciones de las acciones. Esta situación parece conferir a cualquier persona el derecho de hablar de ética, mas reconocer que todos estamos involucrados éticamente no es una ética, si acaso, el principio del que se debe partir para formularla. Lo anterior no implica que para algunos está negado el estudio de la ética, sino que todo aquél que desee hacer una reflexión sobre ella debe recorrer un sendero de dificultades para, así, proponer racional y argumentativamente nuevos hilos que conduzcan las acciones humanas. A partir de lo anterior, esta tesis pretende, ante todo, comprobar la viabilidad de una ética guiada por la acción discursiva y no por la filosofía de la conciencia; asimismo, se pretende develar los conductos que mueven la eticidad en el ser humano y, de ser posible, indicar los ajustes que, en el marco de la “ética del discurso” planteada por Jürgen Habermas (1929- ), podemos hacer para mejorar nuestras acciones, por tanto, nuestras relaciones con los demás.