Resumen:
Este proyecto tiene como propósito realizar un ejercicio reflexivo entorno a la educación, teniendo como referente el pensamiento de Aristóteles, se buscan los elementos que permitan plantear si es hoy asequible una formación ética donde el ejercicio de la Virtud funja como piedra angular de dicha búsqueda. El interés en esta tesis se remonta a mis años de formación superior; una vez egresada del Bachillerato decidí incursionar en la Ingeniería Química Industrial, durante este período y con algunas experiencias en el campo de la industria, caí en la cuenta de que las prioridades del espíritu empresarial e industrial eran contrarias a los ideales que en la tradición familiar me habían enseñado mis padres. Preferí otro comienzo en las Ciencias Ambientales, vocación elegida porque en su objeto de estudio reconocí la contribución que el ambientólogo tiene frente a las vicisitudes ambientales y humanísticas de nuestros pueblos, comunidades y ciudades, aunado a la actitud ética, responsable, comprometida y creativa con la conservación y mejora del medio ambiente a partir de conocimientos inter y multidisciplinarios. Durante este período, advertí que durante muchos siglos nuestra sobrevivencia y el modo que se elige para el progreso de nuestra especie tiene repercusiones directas en la forma en la que estamos educando (enseñando con ahínco las ciencias positivas, forzando la integración del estudio de lenguas extranjeras y el uso de tecnologías como didácticas pedagógicas por excelencia); no obstante, este progreso se ha desarrollado a expensas de desatender una prioridad que, a mi parecer, debe considerarse la primera de entre sus iguales y esta es la educación del carácter del hombre.