Resumen:
La desigualdad es uno de los problemas más lacerantes de México. La generación de igualdad ha sido, es y será, tarea prioritaria del gobierno federal, de las entidades federativas y de los municipios, desde luego, también de todos los habitantes del país en lo individual, social y empresarial. De no atenderse por los tres órdenes de gobierno y sus administraciones, los sectores privado y social; la desigualdad seguirá representando una limitante para el desarrollo y la evolución tanto de los individuos como de la sociedad. Para luchar contra la desigualdad deben abandonarse las ideas liberales y otorgar preeminencia a los aspectos sociales de las personas. La injusticia económica produce la injusticia social y ésta la inseguridad pública, con los consiguientes problemas para el desenvolvimiento económico.