Resumen:
En esta investigación se determinan los estilos de aprendizaje de los estudiantes que ingresaron a la Licenciatura en Ciencias Ambientales en los ciclos escolares 2016-B y 2017-B. Tomando en cuenta que corresponde al turno matutino y es un tema poco estudiado los alcances tienen un carácter exploratorio. Los resultados aportan un diagnóstico sobre los estilos de aprendizaje dominantes, los cuales son de utilidad como indicadores para la mejora de las estrategias de enseñanza que orienten el aprendizaje de los contenidos de las ciencias ambientales.
El análisis a través del modelo de aprendizaje por experiencias puede ser replicado en sucesivas generaciones para identificar las habilidades de percepción y procesamiento de los estudiantes de nuevo ingreso y posteriormente en algún momento de su desarrollo académico para evaluar el avance o retroceso de dichas habilidades, los resultados alimentarían el sistema de seguimiento curricular y la mejorar de la práctica docente.
La enseñanza superior en el campo de las Ciencias Ambientales debe contribuir a formar profesionales, con capacidad reflexiva y crítica, que se sostenga en fundamentos epistemológicos, crítico-sociales, ecológicos, socio-humanísticos y pedagógico-didácticos, y herramientas tecnológicas. La interdisciplinaridad y la transdisciplinariedad suponen formas de apropiación del conocimiento ambiental, tanto para su explicación y comprensión como en la generación de respuestas alternativas para la solución de problemas ambientales complejos.
Con la finalidad de que los futuros profesionales se apropien del conocimiento ambiental, el estudiante debe convertirse en el sujeto de acción del proceso colaborativo de enseñanza e investigación, participando en los ajustes de su propio aprendizaje. Hay que evitar que los contenidos sean la única meta del desarrollo curricular, algunos aspectos esenciales que deben cuidarse es promover que los docentes reconozcan que los fines y las funciones del proceso de enseñanza-aprendizaje, son más amplios que los contenidos del currículo.
La mejora cualitativa se encuentra en las formas de enseñar. Ante el eventual replanteamiento del currículo de ciencias ambientales se requiere reforzar el pensamiento crítico que promueve las tareas sistemáticas de la actividad científica, con el objeto de que los estudiantes desarrollen la habilidad de controlar el propio conocimiento para diseñar proyectos y resolver problemas teóricos, prácticos y aplicados.
La formación ambiental requiere organizar el currículo de acuerdo a un conocimiento común a diversas disciplinas, agrupando componentes epistemológicos, axiológicos y ontológicos, los ámbitos de investigación escolar de situaciones provenientes de los problemas ambientales; organizar los contenidos de aprendizaje, según graduaciones de complejidad. En el plano didáctico, que los procesos cognitivos inducidos por los contenidos y estrategias didácticas se propongan como una transición constructivista de lo simple a lo complejo en todas y cada una de las unidades de aprendizaje.
Descripción:
This research determines the learning styles of students who entered the Bachelor's Degree in Environmental Sciences in the 2016-B and 2017-B school cycles. Taking into account that it corresponds to the morning shift and is a little studied subject, the scopes have an exploratory character. The results provide a diagnosis of the dominant learning styles, which are useful as indicators for the improvement of teaching strategies that guide the learning of the contents of environmental sciences.
The analysis through the model of learning by experiences can be replicated in successive generations to identify the perception and processing skills of new students and later, at some point in their academic development to evaluate the progress or regression of these skills, the results would feed the curricular follow-up system and the improvement of teaching practice.
Higher education in the field of Environmental Sciences should contribute to the training of professionals with reflective and critical capacity, based on epistemological, critical-social, ecological, socio-humanistic and pedagogical-didactic foundations, and technological tools. Interdisciplinarity and transdisciplinarity imply forms of appropriation of environmental knowledge, both for its explanation and comprehension and in the generation of alternative answers for the solution of complex environmental problems.
In order for future professionals to appropriate environmental knowledge, the student must become the subject of action in the collaborative process of teaching and research, participating in the adjustments of their own learning. It is necessary to avoid that the contents are the only goal of the curricular development, some essential aspects that must be taken care of is to promote that the teachers recognize that the aims and functions of the teaching-learning process are broader than the contents of the curriculum.
Qualitative improvement can be found in the ways of teaching. Faced with the eventual rethinking of the environmental sciences curriculum, it is necessary to reinforce the critical thinking that promotes the systematic tasks of scientific activity, so that students develop the ability to control their own knowledge in order to design projects and solve theoretical, practical, and applied problems.
Environmental education requires organizing the curriculum according to a knowledge common to diverse disciplines, grouping epistemological, axiological and ontological components, school research areas of situations arising from environmental problems; organizing learning contents according to graduations of complexity. At the didactic level, the cognitive processes induced by the contents and didactic strategies should be proposed as a constructivist transition from the simple to the complex on each and every one of the learning units.