Resumen:
Durante siglos, y aun en nuestros días, la educación no ha sido una institución incluyente, es decir, que atienda a toda la población, o que por lo menos aspirara a ello; en cambio, con muy pocas excepciones, era una opción exclusivamente masculina o bien un lujo de la gente acomodada. A pesar de los esfuerzos gubernamentales y sociales, desarrollados desde fines del siglo XVIII y durante la mayor parte del siglo XIX, sólo con los gobiernos de Porfirio Díaz la educación se consolidó como elemento de trascendencia cultural y política, y base para el progreso del país; incluso la educación de las mujeres.