Resumen:
La presente investigación se hizo con la finalidad de conocer los “usos
antropocéntricos del Agave angustifolia y Yucca treculeana en la región sur del
estado de México, en el municipio de Zumpahuacán. Por conocimiento general y en
base a entrevistas es sabido que en esta zona es popular por el uso de Agave
angustifolia “Criollo” en la producción de mezcal artesanal y, la yucca para la
obtención de fibra de izote útil para la elaboración de morrales, para uso en el campo,
actualmente estos han sido desplazado por mochilas y su uso es principalmente para
la elaboración artesanal de morrales, monederos y bolsas para dama.
Al realizar el presente estudio se encontró que las comunidades Guadalupe
Chiltamalco, Santa María y Barrió la Asunción, ubicadas en Zumpahuacán, Estado
de México son las principales regiones de productoras de Mezcal artesanal y
elaboración de morrales de izote.
El Agave angustifolia conocido como espadín o criollo es una planta perteneciente a
la familia de las Agavaceae se extrae primordialmente del monte (selva baja
caducifolia) aunque algunos productores la compran o comienzan a cultivar, para la
producción de Mezcal Artesanal, uso principal en la región de Zumpahuacán.
Para el destilado de Mezcal el Agave angustifolia debe madurar de ocho a doce años
antes de que brote el quiote o inflorescencia, si esto ocurre se corta para que se
concentre el azúcar en la piña esto ayudara al sabor del mezcal, de ahí se procede
al corte de las pencas, jimado, que dando unicamente la piña. Enseguida se prepara
el horno para cocer las piñas por tres días.
Una vez cocidas las piñas, se pican y con un molino se trituran a un más. Esto se
coloca en tambos de 20 litros con agua, durante ocho días, para que se fermente. De
ahí se procede a destilar en un alambique de cobre con un capitel de tronco de
zompantle o colorín (Erythrina coralloides) ahuecado “Cascomite”, y un cazo de
cobre. De esta estructura salen canales para separar el agua y el alcohol dirigidos
hacia un serpentín, para obtener el Mezcal artesanal.
En relación a la elaboración de los morrales de izote se recoleta o compran plantas
de Yucca treculeana silvestre, quitándole con un cuchillo todas las hojas maduras se
van acomodando por gavillas, manojitos conformados por seis hojas,
aproximadamente. En seguida se “enhuesa” dos veces, es decir se rompen la hoja
de con un hueso de res limpio, seco y filoso. Se tiende al sol y posteriormente se
sumerge en el río o estanque de agua, ahí se deja por ocho días para que todo lo
verde se pudra y quede solamente a fibra.
La fibra se maja con un mazo de madera para hacerla, blanda y flexible para el tejido.
La fibra se limpia y se tuerce con los dedos para que no se resbale. Terminado el
primer torcido pasa a humedecerse, para hacer trompos con la ayuda de la rueda y
quede como un hilo. Listo esto se humedece la fibra, se vuelve a majar y se hacen
dos madejas que pasan por pares en el “urdidor” haciendo un cruce en forma de cruz
de un torniquete a otro. Cabe mencionar que al hacer esto se debe tomar en cuenta
ya la medida que tendrá nuestro morral.
Para realizar el tejido se utiliza inicialmente dos varas de “coaotate” una va ir atada
con un cinto a nuestra cintura y la otra va estar fija en la pared. Este será el telar de
cintura al que se le va anexando otras dos varas para ir formando la tela. El tramador o lanzadera hace la tela y la va tomando por pares el “sosopazcle” las va apretando
y recorriendo. Ya al finalizar se usa un “zopizacate” o un alambre que hace la función
del tramador ya para cerrar el tejido y quedar listo el morral.
El uso antrópico del Agave angustifolia y la Yucca treculeana en la producción de
mezcal y morrales de izote han reducido las poblaciones de estas especies en
Zumpahuacán, Estado de México. Según los entrevistados actualmente están
escaseado, dichas especies y ahora se ven en la necesidad de comprarlas. Estas
actividades pueden poner estas especies peligro de extinción, ya que aún no se
cuenta con un programa de restauración del ecosistema.
De tal manera que se tiene que poner mayor énfasis en la propagación del Agave
angustifolia y Yucca treculeana. También con este estudio se encontró que las
nuevas generaciones han perdido la inquietud por la producción del Mezcal y los
morrales, aunque esto es más notorio en la elaboración de morrales. Es importante
incentivar a los jóvenes para seguir con esta actividad ya que es parte de la cultura
de esta región, es necesario promover el uso del morral y reinventar artesanías de
este tipo.