Resumen:
A principios del 2020 la irrupción del virus SARS COV2, conocido como COVID-19, alcanzó la proporción de una amenaza sanitaria global. La cristalización de la pandemia puso en evidencia el rezago tecnológico, económico y social que la humanidad tiene para enfrentar contingencias de escala global y, con ello, se desnudó la existencia de una crisis civilizatoria de grandes proporciones. El turismo es una de las actividades productivasmayormente afectadas por la paralización económica, siendo altamente vulnerable a los riesgos sanitarios, dadas sus características de masificación e hipermovilidad. Ante el desplome del sector turístico, numerosas voces han proclamado la reactivación de las actividades de ocio y recreación, a partir del turismo de proximidad en las periferias rurales. Sin embargo, dicha postura encierra una fuerte ambivalencia que se debate entre la necesidad de reactivar las economías locales y el riesgo de contribuir a la dispersión del virus en contextos de marginación y pobreza. Por tal motivo, el objetivo de este ensayo es reflexionar en torno a los efectos de la pandemia del coronavirus sobre el turismo rural y sus eventuales transformaciones, en el contexto un posible repunte de la actividad. Se analiza la relación entre el turismo rural y el COVID-19 intentando dilucidar sus significados y horizontes. La reflexión permite establecer que el redescubrimiento de las proximidades rurales será un aspecto clave en la reactivación del turismo, pero para ello es necesario desarrollar un enfoque crítico que apunte hacia una transformación radical del ocio turístico y que garantice la seguridad de todos los involucrados en la actividad.