Resumen:
El tema de esta tesis es la relación entre los delitos cometidos por el crimen organizado y el Producto Interno Bruto (PIB) Sectorial. El nivel de análisis son los sectores económicos en cada uno de los 32 estados de la República Mexicana durante el periodo 2003 a 2017. El diseño de la investigación fue explicativo secuencial: primero se realizó un levantamiento de datos y un análisis cuantitativo y posteriormente un análisis cualitativo para interpretar a mayor profundidad los resultados.
Mediante una revisión de literatura científica se obtuvieron las principales actividades del crimen organizado (homicidios, secuestros, robos, extorsiones y delitos contra la salud) que afectan al PIB Sectorial en México. Con ello se elaboró un índice sintético que da evidencia de que las entidades con mayor actividad criminal durante el periodo estudiado son el Estado de México y la Ciudad de México, mientras que Campeche y Nayarit han experimentado una menor tasa criminal.
Para estudiar cuantitativamente el efecto de las actividades del crimen organizado en cada uno de los sectores económicos, se diseñaron seis paneles de datos con diferentes indicadores de la actividad criminal, los cinco primeros con los delitos identificados en la literatura (homicidios, secuestros, robos, extorsiones y delitos contra la salud), y el sexto con el índice sintético calculado.
El análisis econométrico muestra un efecto negativo de todos de los indicadores de violencia en al menos un sector económico. Destaca también el hecho de que existen tres sectores económicos en los que al menos tres indicadores de violencia presentan un coeficiente positivo y significativo: medios de información, servicios inmobiliarios y servicios financieros.
Para poder describir con mayor detalle las actividades que realiza el crimen organizado y que afectan al crecimiento económico sectorial, se llevó a cabo un análisis de contenido cualitativo de las notas periodísticas de los periódicos La Jornada y Reforma que reportaron actividades del crimen organizado y que afectan algún sector económico en el periodo en referencia: 2003 a 2017.
Las principales conclusiones del estudio son las siguientes: el índice sintético es un indicador adecuado de la violencia del crimen organizado, las mayores afectaciones del crimen organizado se dan en el sector de los servicios, los delitos contra la salud tienen poco impacto negativo en la mayoría de los sectores económicos, por lo cual las políticas públicas deberían dirigirse a combatir los delitos que atentan contra la seguridad física y patrimonial de las personas tales como los homicidios, robos, secuestros y extorsiones.