Resumen:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que toda persona tiene derecho a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. Bajo esta premisa, y en el contexto de la democratización de la ciencia, este ensayo propicia un debate crítico en torno a la visión hegemónica que ha prevalecido en la producción, gestión, difusión e impactos del conocimiento científico y humanístico, así como en torno a la innovación y la tecnología como factores clave para el progreso y bienestar de la sociedad. Se esgrimen argumentos en favor de una ciencia de acceso abierto, transdisciplinaria y con pertinencia social. Así, en el texto se presenta a la ciencia ciudadana como una vía de inclusión y diálogo de saberes que genera nuevos conocimientos de alto valor social sin precedentes, así como un derecho de la humanidad que debe hacerse efectivo.