Resumen:
Para la estructuración del presente trabajo se recopilo información sobre toxocariosis en perros como una parasitosis emergente, e infección parasitaria cosmopolita producida por T. canis (perros), T. cati (en gatos y zorros) y T. leonina (una amplia gama de carnívoros). T. canis representa un problema de salud pública, a nivel mundial 35% de las zoonosis son de etiología parasitaria y representan el principal problema de salud, y el sector infantil es el más susceptible. El perro es una fuente de infección parasitaria por el estrecho vínculo que tiene con el humano a través del contacto directo, fómites y el suelo contaminado. En el análisis de la información, la propuesta fue que al presentar el tema se consideraran: las generalidades y características de toxocariosis en los perros (capítulo I), condición epidemiológica de la toxocariosis (capítulo II), y el reporte de casos de la infección por toxocariosis (capítulo III). T. canis ascárido que en estado adulto vive en el intestino delgado del perro doméstico y de varios cánidos silvestres, presenta un ciclo biológico complejo y eficiente que asegura su transmisión y permanencia en los hospederos que afecta; en su fase intestinal ocasionan acciones mecánicas, irritativas y obstructivas, que pueden interferir en el tránsito y la digestión normal de los alimentos; la acción expoliadora selectiva supone competencia con el hospedador y dañan su nutrición. La toxocariasis afecta a perros y gatos jóvenes desde el nacimiento hasta el año de edad, lo que conlleva a signos respiratorios (tos, debido a la migración de larvas pulmonares), retraso general del crecimiento (emaciación, debilitamiento del pelaje y artralgia) y trastornos intestinales (alternancia de diarrea y estreñimiento, abultamiento de barriga y vómitos). Las infecciones prenatales más intensas en los cachorros pueden conducir a enfermedades graves con diarrea y estreñimiento alterno, vómitos, típico “vientre de olla”, crecimiento reducido con caquexia, capa de pelo pobre y en algunos casos la muerte. El examen de muestras fecales para la detección de infecciones parasitarias en animales de compañía ha sido y sigue siendo una parte integral de su cuidado. Para el tratamiento eficaz de las etapas inmaduras se recomienda la desparasitación repetida en los cachorros, especialmente ante el riesgo de infección por leche materna y de contaminación ambiental, con dosis oral con sarolaner, moxidectina y pamoato de pirantel. Se ha reportado su presencia en suelos de parques públicos, con frecuencias de infección de 10,9 a 62,5%. Las infecciones en perros, especialmente en perros callejeros, los nematodos son un factor epidémico importante en la naturaleza, en donde el 76% de los perros pueden estar infectados con T. canis; en Irán se informó de infecciones en un 51%; en México, se obtuvieron tasas del 24% y 67,5%, en España del 66%, y del 67% en Argentina. En la infección en el humano, el proceso tiende a convertirse en una afección crónica con un amplio espectro de manifestaciones clínicas, que van desde cursos asintomáticos, hasta las formas características de presentaciones clínicas, como larva migrans visceral, ocular, neurológica y encubierta. La distribución global de la toxocariasis se ha demostrado en diferentes países mediante encuestas seroepidemiológicas; en EE.UU. se ha reportado que la tasa de seroprevalencia fue de 4,6%, en Alemania del 2,5%, y en los Países Bajos del 19% y en Jordania el 10,9%. La prevalencia de estos parásitos requiere atención especial, debido al impacto patógeno en los perros y su importancia zoonótica. En el control y prevención se debe plantear estrategias y acciones de los propietarios, durante la defecación de las mascotas en áreas públicas, la higiene y la educación para la salud.