Resumen:
Las preguntas centrales que guían el presente trabajo giran en torno a saber ¿Cuáles son las representaciones sociales, en relación con los conceptos de salud/enfermedad, que construyen tanto los profesionales de salud como los usuarios del servicio médico público de la comunidad ndígena de San Bartolomé Quialana, Oaxaca? y a partir de ello, conocer ¿Cómo dichas representaciones presentan divergencias y convergencias culturales que distancian y/o acercan el diálogo intercultural en la atención de la salud? De ahí que el objetivo general consiste en analizar las representaciones sociales sobre salud/enfermedad de los prestadores de servicios de salud y de los usuarios de la comunidad indígena de San Bartolomé Quialana, Oaxaca para identificar las divergencias y convergencias que propicien el dialogo intercultural entre dichos actores, a través de los discursos y vivencia de los propios sujetos y de la observación de sus prácticas en salud. Dentro de algunos resultados a los que se llega se encuentra El estudio de las representaciones sociales entre profesionales de la salud y usuarios de Quialana, Oaxaca, permite desengranar cada uno de los denominados “conflictos culturales” que se manifiestan en la interpretación y matrices de conocer, sentir y expresar la salud y la enfermedad en cada uno de ellos. En este sentido, interpretar y comprender las representaciones sociales que se configuran en las dimensiones y dinámicas de dicho conocimiento de sentido común, permite crear vínculos de interacción e interculturalidad que promueven una salud justa, solidaria y ética para todos los pobladores, incluyendo en esta estructura de la población a los profesionales de la salud. Desde esta perspectiva se puede señalar que, lo que encierra al término de conflicto y/o arraigo cultural, no es más que aquello que no se puede explicar en términos de producción y evidencia científica, pero que se ancla a los conceptos subjetivos y culturales de la salud y la enfermedad, tal es el caso de las desigualdades sociales, el cual no se percibe solamente desde el espacio territorial de pobreza y geodistribución económica mundial y nacional, sino que el término de desigualdad abarca un sin número de significados que se produjeron a partir de los procesos coloniales, capitalistas, patriarcales y hegemónicos del modelo biomédico en la interpretación epistemológica e interacción ontológica y social con las otredades. En esta dirección, la salud como término biomédico es manifestado por los profesionales como una utopía que solo puede ser abordado desde lo institucional e individual para que este pueda ser posible, medible, transferible y controlable, en cambio, los usuarios más que hablar de salud, prefieren posicionarse desde la connotación de la sanación y el equilibrio para configurar su corporalidad como un ente que interactúa constanmente con el universo y los seres que lo habitan, por tanto, las corporalidades presentan desequilibrios que requieren de enseñanzas, procesos, estrategias y modos de vida individual y colectiva que habrán de repensarse y reflexionarse en conjunto para encontrar la sanación y equilibrio. No obstante, para ambos, actores y actoras, la salud no puede ser pensada sólo en términos de ausencia de enfermedad o de completo estado de bienestar físico y psicológico. Así, recuperar las memorias de los profesionales y usuarios permite reconocer que la salud vista desde el esquema de configuración de las representaciones sociales se descapitaliza del sentido literal y simbólico que se transmite desde las instituciones de la salud.