Cystoisosporiasis infección de importancia clínica en el perro

Abstract

Cystoisosporiasis infección de importancia clínica en el perro. Mario Agustín Gómez Robles (bajo la asesoría del Dr. Benjamín Valladares Carranza, el Dr. Valente Velázquez Ordoñez y el Dr. César Ortega Santana).

Para la estructuración de este trabajo se recopilo información sobre Cystoisospora, infección parasitaria que afecta más a los perros inmunodeprimidos, cachorros y perros en hacinamiento, y con poca desinfección en el lugar donde cohabitan. Existen tres especies de Cystoisospora que afectan la salud del perro, todas son de importancia médica, pero la de mayor presentación es C. canis; la infección altera el epitelio intestinal por el ciclo de vida del parásito al reproducirse. Por los signos clínicos, puede ser confundido con patologías gastrointestinales, y para el médico veterinario es importante realizar una correcta historia clínica, anamnesis y realizar pruebas de laboratorio, así como estudios coproparasitoscopicos para identificar al agente o especie de Cystoisospora. En el análisis de la información, la propuesta fue que al presentar el tema se consideraran: Las generalidades de Cystoisospora (capítulo 1), Respuesta inmune a Cystoisospora (capítulo 2), Epizootiología de Cystoisospora (capítulo 3), y, Reportes de prevalencia de Cystoisosporiasis (capítulo 4). En los protozooarios del filo Apicomplexa, del género Cystoisospora se distinguen 3 especies que pueden afectar al perro: Cystoisospora canis, Cystoisospora ohioensis y Cystoisospora burrowsii. Cystoisospora puede tener patogenicidad baja, media, moderada o alta que depende de la especie y carga parasitaria involucrada. El mecanismo de infección es la vía oral-fecal, los ooquistes se encuentran en las heces, la transmisión indirecta puede ocurrir mediante la exposición en el ambiente contaminado con materia fecal, agua y alimentos contaminados. En el hospedador, según su localización en las células epiteliales y subepiteliales, hay una acción expoliatriz, citofaga; y traumática al destruir la célula en sus diferentes etapas de liberación de merozoitos y de gametos. Son invadidas y destruidas las vellosidades del epitelio del intestino delgado, sobre todo el primer tercio y zona media del yeyuno. La diarrea acuosa en los cachorros y animales gerontes es el signo patognomónico; en la infección con Cystoisospora canis y Cystoisospora ohioensis asociada al daño intestinal, se observa dolor abdominal, vómito y malestar general, si la infección es muy severa se presenta deshidratación y muerte. La protección del hospedador se favorece dependiendo de su respuesta celular y humoral; las poblaciones linfocitarias de CD4 y CD8 aumentan en la producción del mucus intestinal y en mayor medida la de las glicoproteínas. La reacción ante un ataque al sistema inmune del canido en el tracto gastrointestinal esta mediado por las citoquinas y linfocitos, así como también es de relevancia la interleucina IL-10 la cual es muy importante ya que mantiene la integridad del epitelio intestinal, si los niveles de la interleucina IL-10 son demasiado bajos, entonces el epitelio se vuelve más permeable, facilitando la invasión del parásito. Las condiciones climáticas para el desarrollo de la enfermedad son la humedad y temperatura que proporcionen el ambiente ideal para la esporulación del ooquiste; y la poca higiene para la recolecta de las heces fecales de los canidos de la calle o en los albergues que propician un alto riesgo a la infección. De acuerdo, a datos obtenidos de 3590 muestras analizadas en perros (de una edad de hasta 2 años), el 8,7% contenía ooquistes de Cystoisospora, el 78% provenían de canidos de hasta 4 meses de edad. La diarrea hemorrágica y no hemorrágica fue significativamente más prevalente en los animales infectados con Cystoisospora. Doce de 15 camadas de una unidad comercial de cría de perros examinada desde la 3ª hasta la 10ª semana de vida también excretaron Cystoisospora, con una prevalencia media de 36,4%. La educación para concientizar a la sociedad que conviva con perros es de vital importancia para disminuir el riesgo de infecciones parasitarias por este género, y realizar campañas para promover la prevención y el control de la enfermedad en lo más posible.