Resumen:
La vida humana en el contexto de la pandemia por COVID-19 llevó consigo múltiples transformaciones que si bien, alcanzaron a cada persona en el mundo, no todas las personas contaban con los mismos recursos para hacer frente a esos efectos (Franco Correa, 2021). Uno de los principales espacios donde se pudieron observar y estudiar dichos procesos, fue dentro de la vida cotidiana, la cual, además de considerarse como un punto de observación desde los estudios culturales, se pretende a la vez, posicionarle como un punto de enunciación de los capitales económico-culturales y político-sociales a microescala (Gonzalbo Aizpuru, 2006) .
En el primer capítulo de este trabajo se presenta la argumentación teórica, donde en primer momento se recupera la importancia de mirar a la vida cotidiana como un espacio simbólico donde se reproducen y, en algunos casos, se innovan o transforman los sentidos y prácticas sociales (Reguillo, 2000) que dan sostén a la vida, a la supervivencia y al bienestar social. En lo que respecta a este trabajo, se hará énfasis tanto a nivel de sentido como de práctica social al cuidado, entendido este como “el conjunto de actividades orientadas a proporcionar bienestar a otros (…) ofreciéndoles herramientas para enfrentar sus realidades actuales” (Fabio Bermúdez, 2014, pág. 222). La presencia de prácticas de cuidado son actividades que han acompañado a la humanidad desde su propio comienzo (Comins Mingol & Jiménez Arenas, 2019), pero, la forma en la que se han abordado ha tenido clara influencia de capitales económico-culturales y político-sociales y, en particular, suma influencia desde la categoría del género (Figueroa Perea & Flores Garrido, 2012). Por lo que si bien, el abordaje de las prácticas de cuidado en nuestros antepasados se ejercía desde el cuidado interdependiente y relacional, es tras el avance de la historia en paralelo con el desarrollo capitalista y patriarcal que la socialización diferenciada para hombres y mujeres comienza a abrir brechas de género y particularmente brechas en el abordaje del cuidado, el cual se condujo como una actividad feminizada.