Resumen:
La construcción de un alimento conlleva una serie de elementos que están inmersos en un sistema complejo pero bien articulado en el cuan se correlacionan parámetros
psicosociales, integrando un valor y una significación a la preparación en turno, en este caso es el mole, un recurso que esta presente en todo momento importante dentro de la identidad culinaria mexicana, por ellos es importante conocerlos y acervarlos para poder comprender mejor su devenir, ya que la transmisión de este tipo de cocina se hace a través de las cadenas generacionales que cada ves se ven
más diluidas por el acontecer cotidiano y la transculturización alimentaria.
Si bien los recetarios son enceres de cocina siempre se han enfocado a recuperar ingredientes y procesos, pero nunca se indaga el origen, agentes participantes y medios de transmisión para poder colocarlos, al conceptualizar el Relatario la función de la narrativa ira recuperando la memoria colectiva a través de la preparación del mole, evocando situaciones, lugares, fechas y personas que han trascendido a través de ellas.
Se recuperarán las historias y se dará paso a su caracterización, fundamental para
contener un resguardo completo y poder trascenderlo a las siguientes generaciones
y seguir contando historias con sabor.