Resumen:
Una historia clásica necesita de un prólogo para contextualizar al lector, para guiarlo
en el recorrido de una historia real y verídica, para mostrarle el propósito desde el
primer párrafo. No sólo es posible hallar un prólogo al inicio de un ensayo o de una
historia fantástica, sino también en los recovecos de la realidad. En esta ocasión, lo
que se redacta es un prólogo espacial, un prólogo que se sitúa antes de los eventos
principales.