Resumen:
Los cambios en el ámbito donde opera la educación superior están obligando a
redirigir el tipo de ofrecimiento que sobre orientación académica y apoyo al
estudiante ofertan las instituciones universitarias. La implantación y desarrollo de
programas de tutoría en las instituciones de enseñanza superior con diferentes y
muy particulares características, es ya una realidad y constituye, además, una
experiencia reconocida y útil para continuar un trabajo que, en este país y en las
condiciones en las que operan las políticas educativas, no sólo se considera
urgente, sino susceptible de ser mejorado y extendido.
Para lograrlo se precisa de su conocimiento, esfuerzo que implica un trabajo
sistematizado de evaluación de sus diferentes dimensiones, actores y propuestas,
basado en el levantamiento de información y análisis sobre los efectos provocados
o los alcances por la ejecución de muy diversas acciones. La Facultad de Química
de la Universidad Autónoma del Estado de México requiere de herramientas que
permitan cumplir con la misión de ofrecer una educación superior de calidad en el
área de la Química, a través de un modelo educativo flexible e innovador, que
contribuya a una formación integral en la que los egresados respondan en forma
competitiva a los requerimientos necesarios que eleven la calidad de vida.
Este organismo académico ha incorporado el Programa Institucional de Tutoría
Académica (ProInsTA) desde el año 2001, como un recurso necesario para llevar
a cabo el modelo por competencias que es parte de las reformas educativas
actuales en todos los niveles académicos. A casi doce años de su instauración, se
hace necesaria una evaluación, por medio de la aplicación de cuestionarios a sus
protagonistas: tutores y tutorados que permitan conocer las fortalezas y
debilidades del programa, para que a partir de los resultados se tomen las
decisiones y se intervenga de manera oportuna. Evidentemente, el resultado
oportuno debe servir para informar a los implicados, sean estudiantes, docentes,
autoridades de la institución y demás interesados. Igualmente, para orientar el diseño de políticas, de estrategias y de instrumentos que apoyen el desarrollo de
mejores programas institucionales y lo que de ellos derive.
Los resultados de esta investigación muestran que la mayoría de tutorados se
encuentra a gusto con su tutor académico. Así mismo, la mayoría de tutores
confiesan que son capaces de ejercer debidamente las funciones propias de un
tutor. Sin embargo, también se muestra que a pesar de ser minoría, existen
tutorados que están a disgusto con su tutor académico y tutores que no están
totalmente de acuerdo con el hecho de cumplir debidamente sus funciones, por lo
que fueron determinadas las fortalezas y debilidades del programa para la toma de
decisiones e intervención oportuna.